Piuke es un Vermut de Autor que captura la esencia del entorno patagónico. Elaborado con una cuidadosa selección de hierbas que combinadas ofrecen la experiencia de un sabor único,  intenso, rústico, pero a su vez amigable, reflejo del paraíso natural que le da origen. El Ajenjo, planta esencial para su creación, es recolectado de manera artesanal en nuestros cerros. A ésta se le suman otras como Rosa Mosqueta, Menta y Melisa, entre los más de treinta ingredientes que componen esta mezcla que luego se somete a procesos mágicos de maceración, infusionado y maduración, para finalmente fusionarse armoniosamente con un vino blanco suave y frutal, junto con un toque de caramelo. Tras un reposo sereno, es embotellado y está listo para ser disfrutado. En cada sorbo, Piuke  invita a sumergirse en el encanto de los sabores auténticos y a descubrir la magia de nuestra tierra.

Piuke es mucho más que un vermut; es un tributo a la naturaleza y a nuestra pasión por crear experiencias sensoriales únicas, en armonía con el medio ambiente


En vista se presenta con un color rojo ocre con tonos cobrizos. En nariz, presenta una intensidad y complejidad aromática alta, con marcadas notas a toffe, a las que les siguen las florales de gardenias y jazmines; especiadas como vainilla y canela tostada, y al final notas herbales a cedrón y tomillo. En boca su entrada es dulce, su cuerpo es cremoso, levemente amargo que se lo da una nota a toffe oscuro, a la canela, y su final es abocado, largo y levemente dulzón con marcadas notas a cedrón y gardenias. Además de poderse tomar solo (bien frío) o en su defecto con un poco de hielo, Piuke es ideal para mezclar. Estirado con soda o agua tónica y con una corteza de naranja o pomelo nos ofrece una propuesta muy agradable y fácil de beber. Su aroma y sabor intenso hacen que añada un marcado carácter a los cócteles clásicos con vermut, como el Negroni, Americano, Manhattan, entre otros.

 

Notas de Cata

Visualmente presenta un color rojo intenso.

Posteriormente cuando lo pasamos por nariz descubrimos su complejidad aromática. Notas de caramelo que se mezclan con notas florales, de especias amaderadas y hierbas aromáticas.

Cuando entra en boca es cremoso, abocado y dulce. Lentamente se va abriendo su lado más amargo donde el ajenjo es el protagonista. Posteriormente las notas oscuras recuerdan al dátil, canela o el orejón. En un segundo plano las notas de hierbas aromáticas y maderas oscuras aportan complejidad al sabor junto a notas afrutadas complejas.

El final es medio-largo y se centra en las notas florales y el punto especiado amargo, muy .agradable

 

Sugerencias

Además de poderlo tomar solo bien frío o bien con un poco de hielo es ideal para mezclar.

También estirado con soda o agua tónica y con una corteza de naranja o pomelo nos ofrece una propuesta muy agradable y fácil de beber.

 Su aroma y sabor intenso hace que añada marcadamente carácter a los cócteles con vermut clásicos como el Negroni, Americano, Manhattan, entre otros.